Con la piel pintada de rojo, cabezas parcialmente rapadas y las flechas en sus arcos listas a ser disparadas al aeroplano que los sobrevuela, estos nativos envían un mensaje claro: No se acerquen.
La aparente agresión mostrada por estas personas tiene sentido, ya que son miembros de una de las últimas tribus sin contactar de la tierra, quienes viven en la región Envira de la frontera entre Brasil y Perú.
Se cree que nunca han tenido contacto con el mundo exterior. Todo lo que se sabe acerca de esta gente es un misterio y esperamos que siga así.
Hicimos los sobrevuelos para mostrar sus casas, para mostrar que están allí, para demostrar que ellos existen”, dice el experto brasileño en tribus sin contactar Carlos dos Reís Meirelles Junior. “Esto es muy importante, ya que existen personas negando su existencia.”
La tala indiscriminada de la selva está empujando a estas tribus cada vez más hacia el lado brasileño, donde viven otros 500 indígenas sin contactar, lo cual podría causar un conflicto entre ellos.
Es extraordinario pensar que hoy en día existen más o menos 100 grupos regados por el mundo, de los cuales no sabemos nada y los cuales tampoco conocen nada acerca de nuestra civilización, a excepción de unos cuantos encuentros.
Algo que tienen en común estas tribus sin contactar es que quieren ser dejadas en paz y a solas. Y por una buena razón, la historia de los contactos entre las tribus indígenas y el mundo exterior siempre ha sido una muy triste.
Estas tribus se encuentran en estos momentos amenazados por forasteros que quieren sus tierras para instalar allí sus minas de oro, ranchos ganaderos y serrerías, y a quienes no les importa asesinar para obtener lo que desean.
Aun sin violencia, las enfermedades como el resfriado común pueden acabar con estos indígenas, ya que no tienen resistencia a estas infecciones.
Cuando los antropólogos sobrevolaron el área, observaron a adultos, jóvenes y niños sin ninguna clase de pintura sobre su cuerpo. Cuando regresaron horas después fue que notaron que todos estaban pintados de rojo de los pies a la cabeza.
Estas tribus en el Amazonas se pintan el cuerpo por varias razones y una de ellas es cuando se sienten amenazadas.
Es probable que se sintieran amenazadas por el avión que los sobrevolaba y el cual no sabían que era. Talvez podrían estar pensando que es un ave muy grande o un espíritu.
El contacto es usualmente un desastre para los miembros de estas tribus remotas, quienes han vivido la vida sin ningún cambio por más de 10.000 años.
Aun si los leñadores no los matan (lo que hacen a menudo), las enfermedades contra las cuales ellos no tienen defensas pueden acabar con la mitad de una de estas tribus en un año o dos.
Los antropólogos vieron desde el aire jardines, pero exactamente que comen, o por qué se pintan sigue siendo un misterio.
Estas imágenes son prueba de que las tribus sin contactar en realidad si existen y que debemos proteger sus territorios según las leyes internacionales, de lo contrario muy pronto desaparecerán de la faz de la tierra.
