Todos estamos de acuerdo en que a los cerdos les gusta el barro, el pantano, la mugre, pero he aquí el primer puerco/marrano/chancho/cerdo que se niega a ser como los demás miembros de su especie.
Esta es Cynders, una cerdita bebé que le tiene miedo al barro.
Al animal no le gustaba acercarse al barro y por esto es que le colocaron un par de botas que hacían parte de un osito de juguete y las cuales le encajaron perfectamente. ¡Increíble!
¿Cómo llega un cerdo a actuar de esta forma tan particular?
¿Puede ser que la interacción entre el ser humano y el animal ha causado cambios en el comportamiento de este?