Sigue sencillamente las 7 reglas del gallo:
1- El gallo se levanta temprano e inmediatamente emprende su tarea (que Dios le ha confiado).
2- El gallo no se niega a cantar porque existan ruiseñores. Hace lo que puede, lo mejor que sabe.
3- El gallo sigue cantando, aunque nadie lo anime ni se lo agradezca. En realidad, no espera que nadie lo haga.
4- El gallo despierta a los que duermen. Su tarea es impopular, pero necesaria.
5- El gallo proclama buenas noticias: Acaba de amanecer. Ante ti tienes que estrenar un nuevo día, lleno de magníficas oportunidades.
6- El gallo es fiel cumplidor de su tarea. Se puede contar con él. No falla nunca. Es un excelente centinela.
7- El gallo nunca se queja de tener que hacer siempre lo mismo, de que nadie le felicite o de que a nadie le importe.
El ser humano siempre busca la exaltación y el reconocimiento para el desarrollo de sus tareas y responsabilidades, a veces creemos que algunas de estas son insignificantes, tomadas por poco o simplemente sin valor, cometemos este error y lastimosamente terminamos por convertirnos en personas mediocres y costumbristas que solo hacen las cosas bien cuando les va a significar un valor importante para su vida…
Por eso cada cosa que hagamos por pequeña e insignificante que parezca… debemos hacerla con excelencia… pues no sabemos cuando “esto” cambiará la vida de alguien.
Una sonrisa sucede en un instante y su recuerdo permanece para siempre.
Colosenses 3:23
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.